A veces quisiera
ser más franco,
que mi verdad hacia usted brotara
como una corola amanecida.
Quisiera tal vez estar más loco
y hablar sin que me importe nada
si no me importaran sus ojos
y su dulce corazón.
Quisiera ser un ángel y bajar
hacia donde estés
caminando en la arena
y decirle: todo este mar es suyo
y que en el horizonte se juntaran
nuestras manos.
Quisiera ser más simple.
Que de este corazón desesperado
surgiera tan solo una sentencia,
clara como el sol, corta como el tiempo.
Quisiera soltar la pluma
y decirle que la amo.