Por Marina Ceballos
«Es mejor el hombre que confiesa francamente su ignorancia, que quien finge su hipocresía»
(Fiódor Dostoievski)
… La psiquis lucha, se enfrenta a la intimidad de su conciencia, todo es oscuridad dentro de su cosmos interno, luz-fe resplandece en su esencia misma, metamorfosis alquímica recorre su cuerpo, divina, energía suprema profana su mente, va descubriendo desde lo más profundo de su ser, los silentes misterios de la condición humana, tormentosos demonios le persiguen, la exquisita pluma encendida en llamas fluye sobre el su papel en total éxtasis… la ninfa lo piensa, lo busca, lo encuentra… un brillo solar resplandece en el ermitaño de larga cabellera. Espíritus de dimensiones ascendidas custodian su conocimiento de entes externos. En sueños nocturnales danzando, alcanzó la sublime sonrisa de mística presencia y preguntó:
-¿Porqué me persigues, maestro del conocimiento? -Sólo eso quiero que me respondas.
-¡Escucho! Todos llevamos en nuestra mente algo de Dostoievski
-responde.
Culto, ascético, desde sus montañas, continuó:
-¡Tal vez, por algún experimento de la creación universal y mente humana!…Ah! Y, el profeta Fiódor dice: «pobres gentes», las rebeliones son un infierno para la vida y la tierra, pero, él cree en la regeneración de la conciencia humana «karamazoviana»
TOMADO DE:
Anecdotario Tovareño. Crónicas de mi pueblo
(Albricias, muchas albricias. 13/10/ 2021)
Tovar, Mérida-Venezuela.