Me tocó aprender a la fuerza tantas cosas, pude ser la oveja blanca
entre tantas negras y a la vez entre blancas disfrazadas, llevando por dentro lobos hambrientos sin cordura.
Aprendí que de las bofetadas no siempre se coloca la otra mejilla, más solo damos la vuelta y nos vamos viendo al horizonte, y si es de llorar, lloramos, llevando al frente la tristeza y pueda que el sentimiento de tener el alma rota y vacía.
Y es que me tocó aprender a la fuerza y a las patadas que no todo es del color que vemos las cosas, el negro suele vestirse también de sentimientos bellos y el rosa, simplemente puede volverse perverso.
Me tocó aprender con motivos y sin motivos, con dedicación y con muchos tropiezos en el camino, me tocó aprender en la tormenta, en el día lleno de luz y en la noche totalmente oscura, aprendí a vivir de los instantes que suelen volverse amargos, aprendí y sigo aprendiendo aunque duela y el momento no sea el esperado.
Henry Ruiz
17 DE MARZO 2023
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