Palomas blancas, que zurcan el cielo de la paz;
Palomas negras, que gimen él fragor de la guerra.
Nubes blancas que anuncian el arribo del otoño;
Nubes grises, que son el preámbulo de un llanto desgarrador.
Angeles blancos que desde el cielo miran absortos la crueldad de un mundo aterrador;
Angeles negros, que gozais la amargura de este mundo traidor.
Rosas blancas adornadas por lágrimas del corazón;
Rosas negras, sois el reflejo triste de los olvidados por Dios.