Dibujo pinceladas en el muro
con líneas de un silencio mordido
no sé cómo a mi sombra la he perdido
si aquí, en la pared, es frío y oscuro
*
Retrato mi rostro y lo desfiguro
trazando una lágrima de ladrido
y la otra maldice lo que he vivido
en tanto me critico y me torturo.
*
Si tan solo, ¡maldición! si tal vez
adrede el tiempo jugara conmigo
y me diera otros ojos, otra tez
*
buscaría en mi pasado el abrigo
que sin huella demarcó mi niñez
y que hoy sin resultados lo persigo.
*
Con un trazo indómito y estridente
una tachadura en equis que urgía
doy fin al teatro, y con mi amnistía
me ironizo neutro y ambivalente.
*
En muro, se refleja mi presente
refleja silenciosa mi agonía
mi impotencia herida, mi cobardía
y tácita, mi infancia subyacente.
*
En las paredes de mi vida inmolo
lo que ahora considero recinto
qué, como todo, en el olvido enrolo.
*
Ya son treinta muros donde me pinto
distante, acompañado, ajeno, solo
y en cada uno, soy igual y distinto.
*