El contador de historias
Brindo por las tristezas,
brindo por las soledades,
brindo por las casualidades
de compartir las fortalezas,
de los vinos y las cervezas
en cada historia que le conté
y vio salir el sol en el horizonte
conmigo siempre lo recuerdo
y con la tristeza suya concuerdo
porque la mía no es diferente.
Brindo por el que me contó su vida
en sus momentos de desesperación,
por aquel que me mostró una canción
de un repertorio que yo no conocía,
a Dios por enseñarme de astronomía
dejándome ver que él hizo el universo
por la habilidad para escribirte en verso
para soñarte y poder enamorarte,
ese fue de él, un regalo aparte
y cumplir mi deseo de darte un beso.