Llegaste de la violencia,
sin violencia.
Cuando el asombro
abofetea la identidad
y las dudas se sumergen
en el alma, solo tú llegas
tan profundo.
Comprendes a cuerpo desnudo,
vulnerable
la naturaleza de los habitantes,
que dejaste en algún lugar.
Llegaste con el mar
en tus manos.
Las caracolas han perdido
su música,
Solo tienen el canto
de un mar vacío.