Me creció la noche
dentro de los labios.
Zarzal antiguo, búsqueda
inmencionable, la noche
fue adueñándose de mi propia
boca. Por dentro, vigilaba
la oscuridad, la mantenía
a raya. Mas por fuera,
crecían lentamente morados
y lilas, rosas huérfanas.
Me creció la noche
como la ceniza le crece
al fuego, mas yo no me dejé
vencer, y seguí esperando
el alba-.
©