¡Oh!, clamor de la oscuridad que paseas
por las paredes de la fruición,
quejido del cuerpo
renovando el lugar sin querer.
Noche intensa de caricias,
noche perpetua de agrado;
noche morosa para seducir,
noche amplia de júbilo.
Hablo contigo noche
que no acabas de entender,
que naces y vives
por una mirada de miel.
Noche corta de amor,
noche eterna de satisfacción;
noche lenta para deleitar,
noche larga de placer.
NocheParaDos.
©Violeta