Era tu fuego la noción perdida
entre tus palabras y tus mordidas.
Era tu fuego arrastrando lo verde
de mis ansias por quererte.
Era tu fuego llama extinta
que yo luchaba, por ser sólo mía,
sin embargo bajo tus propias acciones
rebelde y encantador de otras flores
me fuiste perdiendo por no respetar
mis valores.
Era tu fuego momentáneo y zagas
recorriéndome por momentos
la naturaleza de mi ser,
que a pesar de desearte y amarte con fervor
se extingue porque no te ve valor.
Era tu fuego quién me sujetaba
más tus acciones de ti me alejaban.
Era tu fuego lo único que te defendía,
pero tus actos lo apagaron un día.
Y el corazón más fortalecido,
a la conciencia le hizo un guiño.
Ya no tienes como encenderme
porque más valiosa he de verme.
Ya tu fuego no significa nada,
y no es porque no desee,
sino porque ya no estas en mi alma.
Era tu fuego, una llama extinta.