Por tí,
las musas me arremolinaron y me absorbieron por completo. Tu mirada fue simplemente magia. Y tus manos hogar.
La ciudad entera engalanada -congelada- a nuestros pies.
Besos mojados, besos quemados, Besos...
¡Y las gotas!, ¡las gotas de lluvia fueron lo mejor!
(El Chivo)