Yo fui en tus brazos,
la luz y la alegría.
Ya no seré jamás.
Has roto los andamios de mi casa.
¿Dónde reposaré si me inunda el cansancio?
En tus brazos viví ajena a la tormenta.
Confiando en ti,
por tu mágico canto adormecida.
Yo fui en tu brazos,
el culmen del deseo.
Quizás fui mariposa,
ternura de mujer,
risa de niña de alma transparente.
Hoy no sé lo que soy,
me faltan las palabras precisas y concretas,
y te busco en la sombra,
en medio del dolor,
reinventando tu nombre…