La letra es como una lanza
que tira un buen escudero
al blanco, en tiro certero,
con decidida templanza.
Es también una esperanza,
si brilla como un lucero;
si canta, como un jilguero,
su canto con venturanza.
La letra es la luz del día,
que va alumbrando el camino
sin importarle la bruma.
Y así, del verso genuino,
que escribe el bardo y su pluma
la letra, hace poesía.