Sos mi fragilidad, tenlo por cierto,
si la voracidad es un asilo.
Débil con lo veraz quedo intranquilo,
ínfimo y pertinaz soy desconcierto.
Caigo en el resplandor ígneo, y advierto
signos de tu fragor, no lo asimilo,
siento que de dolor hoy descarrilo,
sigo pensando en vos, sed de mi entuerto.
Vengo para insistir, vierto el dolor,
mar de fascinación, clave salvaje
fruto de desnudez, olas de amor,
golpe contra el cantil, libro el coraje,
prisma de la emoción, fe y resplandor,
draga la ensoñación nuestro lenguaje.