De poesía se vive,
de poesía se muere,
de poesía se vuela
sin alas ni laureles.
De poesía se ahoga,
y también se siente,
el aire se hace agua
y el viento... vertiente.
De poesía se sueña
y se aplaca la fiebre,
se despierta y se duerme,
emancipado en redes.
De poesía se quema,
pasado y presente,
dejando desnudos
el mundo y la gente.