Me consume el anhelo del descanso a la premura,
La arena de mis playas soñadas se barre de dolor
E intacta está la venda de mis ojos, ciegos de pasión.
Huyo consantemente de la vida y la misera
Del infortunio, los gritos y mi infancia envuelta en olvido.
Hay desayunos amados que omito ya,
Las rimas se ahogan en las sombras de mis días
Y aún me acecha la esperanza del amor.
Deseo calma, luz y realidad,
Pinto sobre mí, alas bellas de libertad.
Me dibujo pies fuertes para correr sin temor.
Estoy permitiendome vivir entre sueños de clamor.
Me persiguen unos aromas serenos, las estrellas y el cosmos,
Rememoro las flores rojas y la novedad lunar,
El bello sol se adentra para iluminar
Y la brisa arrasa la miseria en un bulevar.
El buho, la sabiduría y el amor,
Son la simbología que me salva el andar.
Anhelo la calidez de tus brazos adorados,
Esos que saben a la brevedad de un beso inmortal.
Me sentía perdida, desahuciada del mar,
Me salva el sabor dulce de un café macadamia.
La vida es bella ya y esta noche quiero amar.
La inmensidad, el lago y la montaña;
La fluidez de mi alma está precipitada...
Soy los caminos, senderos y cielos hermosos;
Soy todo lo que he vivido, los lugares, la paz.
Soy mi propio sentido...
El amor, la pasión y el olvido.