Ha completado mi nieta
su primera vuelta al sol
a bordo de este planeta
en que hace un año nació,
entrando la primavera,
para apuntarse a este viaje
en torno al Sol, con la Tierra
como alado carruaje,
no siendo, claro, consciente,
de estar orbitando en torno
a un gran globo incandescente
la envidia de cualquier horno,
ni de estar, al mismo tiempo,
en un tiovivo gigante,
dotado de un movimiento
de rotación incesante.
Son cosas que, siendo ciertas,
no resultan evidentes,
no sólo para mi nieta,
para ningún ser viviente.
En la larga asignatura,
de descubrir el espacio,
aunque de forma segura,
mi nieta avanza despacio.
Diría que, de momento,
como en el chiste, mi nieta,
derrochando fundamento,
no está a Rolex, sino a setas,
Obviando ese mundo enorme,
desconocido y distante,
a Julia lo que la absorbe
es lo que tiene delante,
El minúsculo universo
a su alcance, de momento,
empieza en su propio cuerpo
que, en continuo movimiento,
mantiene, en su beneficio,
puesto que así, día a día,
con el continuo ejercicio,
va ganando autonomía,
y adquiriendo habilidades
motoras y cognitivas,
que, junto con las sociales
que ya en familia cultiva,
como en la escuela infantil
en que está, serán seguro
muy útiles, a partir
de ya mismo, en su futuro.
Mi nieta en su desarrollo
integral, de cuerpo y mente,
salvando cualquier escollo,
progresa adecuadamente*.
Si sigue pisando fuerte,
sinceramente le auguro,
con un poquito de suerte,
un espléndido futuro.
Felicidades a Julia,
por su vuelta al sol cumplida,
la primera de otras muchas
que habrá de dar en su vida.
© Xabier Abando, 22/03/2023 🌹
(*) Pena si fuera a perder
esa habilidad prensil
de sus diligentes pies,
de tanto dejar de asir.