Hoy mariposas me envías para que adornen mi piel
desde ese hermoso vergel que cada día recorres
alas plenas de colores en tu verbo me regalas
sedas finas que me abrazan, calidez, caricia fiel.
Ese perfume lejano que me llega con la brisa
mañana que tan de prisa se asoma por la ventana
sol que se acuesta en mi cama y se rompe en el espejo
bañando con sus reflejos mi cuerpo que te reclama.
Siempre ausente y de regreso, llamando suave a mi puerta
que sabes esta entreabierta a tu segura llegada
voz dulce, tibio murmullo, entre mi pelo y la almohada
tierna pasión que despierta simple ilusión todo y nada.
Nacerán rosas hermosas en este ciclo sin fin
deja que la flor marchite y que el aroma se esfume,
siente como no consume el olvido a la memoria
para que penas y glorias nos conviertan en inmunes.
Seremos nardos y rosas en el jardín de los sueños
y los absolutos dueños de este verso compartido
en encuentro y desencuentro en el juego del destino
como la mas sutil huella, como piedras del camino.