Cuando logre estar en condecoro
por santa y suprema convivencia,
amores que adoran más la ciencia
serán la vaga ola del tesoro.
No tengo un cantar más si te lloro,
rumores con ansia de violencia
y entre los derroches de conciencia
sonsacan del amor «¡yo te adoro!».
Victoria y victoria es la noticia,
en tono menor y de codicia
que hablan y engullen al instante.
Y sobre el decir de los amores,
se alzan las miradas de colores
quedando la envidia por delante.
Samuel Dixon