jesus alberto porras

El cuerpo de diosa

 

acaricio cada día 
Con los labios 

Sin emitir sonido 

Beso ese lienzo de diosa 

Dejo huella en la piel apiñonada 

Se escucha el latido 
de nuestros cuerpos unidos 

El sollozo de cada gemido cuando nos fundimos 

Las olas del mar golpeando 
Nuestros ser 

nuestros cuerpos uno mismo 

Los recuerdos llegan 

cuando las olas golpean fuerte