Antes de que brotaras, frágil, delicado
de prenderte en mi pecho palpitante
previo a que mi beso tibio rozara tus mejillas
y el lirismo de tu llanto descubriera el amor humano
en la cima de la quietud infinita, que significó tu abrazo
el silencio dilatado y mudo, del espacio sin palabras
armonioso, extasiante, envolvía mi alma
como presagio del milagro
Tu primer lloro, trasciende la vida
la respiración primaria, sonora, esparce la esperanza
la belleza infinita de tu sollozo angélico
transmutando nuestros huesos a sueños y suspiros
Todo es tenue, sutil, ligero,
como la sensación elusiva que perpetúa el primer beso,
cual crisálida fugaz que ansía ser mariposa,
vuelas frágil entre fantasías y rosas,
dejando en el aire palabras transitorias
expresiones tenues como burbujas centellantes
que claman a los cielos gratitudes como ofrendas
Antes de que nacieras, todo era veloz, finito, humano,
todo era carne como mortaja de amantes.
Ahora que naciste todo es celestial,
como el silencio que me nombra,
como el vientre que te gesta,
como el seno que te nutre,
Ahora que naciste todo es milagro.