José Luis Galarza

Delicias en mi jardín

1
Las rocas aportan sal y armonía,
veo el deslizamiento de la humedad.
A la vera de las rocas pinta los saltos,
meditabundo en la concavidad.
Se detiene su caída en una piscina
donde sumerjo el rostro reciente.
 
2
La reserva de energía en la roca
con la frescura y la interrupción
puesta en la transparencia de lo primitivo.
 
3
Está el retorno
no digo la regresión
sino retorno.
 
4
El rebrote de la vida en la cascada,
cambia el humor de este paisaje.
Pero no sucumbe en esencias artificiales.
Retiene de las fragancias
las caricias del viento,
las espigas de trigo
en el campo se doblegan por ti.
 
5
El trigal reserva la salvación,
la contiene uncida de la naturaleza
que se desgrana en los labios deseantes.
Liba la emoción que hace vibrar
esta fuente transformadora,
tintinea con la gracia de un destino
que secreta la suerte en el paladar
y derriba la frontera en un viaje.
 
6
Desprende del líquido el nacimiento,
los brotes a la par de las rocas,
no se separan, lo común los embriaga.
No separan esta pasión que les dio vida.
 
7
La sombra de la roca y la frescura
encumbró el éxtasis en la piel.
 
8
La hermandad brota incipiente y fresca
con el color forjándose, crujiente  
en la comunicación estrecha.
 
9
Reserva el perfume sagrado,
las moléculas que engendra,
el monólogo del bosque
amando el agua,
el desove de la proximidad
es brote y extensión
tendida en el ingreso de la luz,
en el espacio que comienza
a latir como el primer latido.
 
10
El fruto llega maduro a caer
sobre el hambre
y crea el hambre
brotando en la aridez.
 
11
El dulce es la gota de miel,
la savia oculta, la sangre del tallo
que derrama el placer,
la pintura que fortalece,
la prosperidad del equilibrio,
el sonido da tranquilidad.
 
12
Los recuerdos se debilitan
y muchos están enterrados
en un silencio inaceptable,
el único inaceptable,
el que no tiene regreso,
el sepulcro de un hermano
que pierde su cuerpo
entre los deshechos del amor.
 
13
Se disuelve un gránulo
del hogar de la diversidad.
 
14
La delicia es un paisaje complejo
que cobra forma en la imaginación.
 
15
Desprende un sonido
en el fondo derramado
de una vida.
 
16
Hay concierto desanudando,
¿le prestas atención?
Fue preparado para ti.
 
17
Pero la belleza está inspirada
en las hierbas aromáticas,
en el comportamiento natural,
en la rebelión abriéndose en el ruido,
en el llamado de la desesperación.
 
18
Hace tiempo que nos lastiman,
vemos la nostalgia y el estrés
que cambian el rostro y la voz de los hijos.
Parecen extraños.
El río crece, indaga, intimida.
 
19
Somos testigos de la noche,
cuando caen los perfumes del bosque
nos está bañando la emergencia.
 
20
Una confidencia deja los brotes
de la desesperación, el equilibrio perdido.
 
21
Queda en la calma la bendición de la visita,
el rumor abriendo, penetrando,
amando para sanar el dolor.
 
22
La ausencia asolada, la mirada
recibe otra vez tu intensidad.
 
 23
La pasión es este brote que necesita
ver la luz rompiendo la dureza de la tierra,
el gran jardín en tus ojos en el bosque
florece con la expectativa.
 
24
La vida que entrega, la comunidad
que se abre con tus árboles,
son usinas elevadas en el éxtasis.
 
25
Un durazno derrama el azúcar y
las bananas endulzan el estío,
despiertan húmedas las hierbas,
una fragancia acaricia y
mezcla la intensidad en mi jardín.
 
26
Intenso verde, sangre verde,
fluye captando la energía,
brota en los colores y en los bramidos.       
 
27
Quiero tener el lenguaje de la selva,
entender esa intensidad.
Tenemos mucho temor, y poder.
 ¿Lo suficiente para acallar la conciencia?
 
28
Hincado de rodillas,  indefectiblemente,
ante el jardín que reúne la presencia,
resoplo de las fuentes íntimas.
 
Pintura: \"El jardín de las delicias\" de El Bosco.