La palabra te sale con cosquillas
como burbuja explota en la nariz
y la gracia automática a hurtadillas
va filtrando la vida en su tamiz.
Y no puedo escuchar. Salen sencillas,
con trozos de tus dulces el matiz,
van saliendo del alma las tropillas
con esa algarabía en lo feliz.
Y no puedo escucharte porque siento,
si siento de este modo me conmueven
aún con esta sordera entiendo todo.
Y cuánto que te entiendo, todo mueven,
logro enfocar tus ojos, y hallo el modo,
y comprendo este dulce arrobamiento.