José Domingo

Cuesta

Cuesta dinero ser poeta.
Por eso no gastan cartera ni tienen bolsillos en la chaqueta.

Deambulan buscando versos pokemon para después coserlos
con tinta de calamar, de cielo o de flores rojas.
Se fijan en lo que nadie ve
y si hace falta, se lo imaginan o lo pintan.
Total, lo mismo da: 
un rosal puede crecer sin agua en un pedregal
y dar de comer a un regimiento.