Cuesta dinero ser poeta.
Por eso no gastan cartera ni tienen bolsillos en la chaqueta.
Deambulan buscando versos pokemon para después coserlos
con tinta de calamar, de cielo o de flores rojas.
Se fijan en lo que nadie ve
y si hace falta, se lo imaginan o lo pintan.
Total, lo mismo da:
un rosal puede crecer sin agua en un pedregal
y dar de comer a un regimiento.