Toda pasión se termina
si autómatas son sus besos
pues se pierden embelesos
si falta la adrenalina.
Cuando se vuelve rutina
el amor sin sus excesos,
toda pasión se termina
si autómatas son los besos.
Pierden su flama divina
nuestros deseos traviesos;
y como tenue neblina,
si autómatas son los besos
toda pasión se termina.
Autor: Aníbal Rodríguez.