Sacude el ambarino polvo del diccionario
que el tiempo vil orina los ricos vocablos,
no censures la justa palabra del arcaico anuario
y no dejes, amigo, al lexicón con hedor de establos.
Rondas de giros bellos se califican de verborrágicos
eutroficando la armonía de los frescos hontanares,
-curativas aguas benditas, nunca vicios lecto trágicos-
lumbreras de las sonoras sinfonías en los cantares.
Se prefieren los pactos de burdos eufemismos
ó la repitencia fatigosa de cansinos pleonasmos,
anémicas estrofas cargando patologías de espasmos.
Renuncia a la moda de lo correcto y sus abismos,
salvataje del victorioso caudal de las líricas lenguas:
ellas se enriquecerán con sarmientos sin menguas.