¡¡¡Amor, cuanto te amo!!!
Amor, ¡Escúchame! Déjame que te diga, cuánto te amo, cuanto bien me haces tan solo con mirarme, déjame que te lo diga mi tono de voz, más dulce, y más mágico más sabroso y mas conquistador, que pueda salir de mi boca. Para decírtelo junto a tu linda orejita, rozándote, tú hermoso oído, decirte, que eres, lo más bello y maravilloso, que me ha pasado en mi vida, esta vida que solo quiero vivirla para ti, esta vida que sin ti, no sería vida, sin ti, seria tiempo perdido. Sería como el pobre ciego que solo ve su pensamiento. Pero yo además de verte con mi pensamiento, quiero verte a mi lado, sentirte, escucharte, tocarte, besarte si besarte esos dulces labios, labios que me emborrachan con el licor sensual que desprenden, cada vez que rozan mi boca.
Labios que me hacen sentirme en el paraíso. También quiero decirte que si existe un paraíso en la tierra, ese esta en tus labios, y si existe un mundo mejor hay que verlo atreves de tus bellos y embrujadores ojos. Igual que para ver lo más bello y natural que hizo el creador, hay que mirar tu lindísima cara.
A ti no te hizo dios, ¡¡¡de la costilla del hombre!!! A ti te hizo, de la rosa más hermosa del edén. Pues solamente en el jardín del edén puede en contarse una maravilla tan increíble mente maravillosa como tú, toda entera tú y nadie más que tu.
Por eso te digo, que estar sin ti es tiempo perdido, porque si mis ojos no te ven, se me acaba la vida, me falta el aire, me asfixio, ¡¡¡no puedo respirar!!! Sin ti no abría conocido, lo hermoso y maravilloso que es el amor, no abría conocido, la gloria, sí la gloria, pues la gloria también se puede conocer, atreves del amor, pero claro, tiene que ser a tu lado, amor mío a tu lado con tu amor y solo con tu amor.
Por eso hoy quiero decirte todas estas cosas, y pedirte perdón si no me salieron las frases adecuadas, o con el sonido celestial como a mí me hubiese gustado decírtelas, palabras que anidaran, en tu trozo de cielo llamado corazón para escucharlas cada vez que por el motivo que sea, te encuentres triste, para que te hagan que sonrías, Y sete valla la tristeza y vuelvas a sentirte feliz.
Ya solo darte las gracias, por hacerme inmensamente feliz, por darme todo lo que me das y no pedirme nada a cambio por dar tanto a cambio de tan poco, y darle las gracias también a Dios por ponerte en mi camino, pues atreves de ti, lo encontré también a él, gracias Dios.
Siempre tuyo, Joaquín Méndez. 01/10/10 Autor: de esta carta que es, para ti y para ti y para ti. Chao