La inspiración se trunca,
se disipa en la impotencia,
se siente el gran vacío de su ausencia,
se ha consumado su abandono…
y agobia el silencio.
Hay un antojo a soledad…un color a oscuridad…
y remembranzas que saben a dolor.
Da la impresión de que todo agoniza…
que acabó la función…
que se cierra el telón,
que se presagia el final…detrás de tanto dilema.
Ya nada fluye,
se van acabado los deseos,
se prescinde de los intentos…
se desaparecen las ganas,
las ideas desfallecen …
y se interrumpen los versos…
se suspenden los poemas.
Se respira un aroma de nostalgia …
y una impresión a desidia…me circunda,
una punzante indiferencia…me lastima,
un hastío inevitable… se hace pena…
y la pena se convirtió en angustia.
Me cansé de inmolarme en esta espera.
Me cansé de su indolencia.
Ya no quiero darle tiempo a este lamento.
Es mejor arrinconarse…hacerse a un lado…
y aceptar los avatares del destino,
decir lo siento…y continuar por otro rumbo.
Es mejor hacer un alto a este tormento.
Es momento de olvidar… y empezar en otra historia.
Es momento de empezar en otra historia.