De risa está pintada tu carita,
De ilusión, luz y corazón,
Se tiñe la emoción,
Que canta una alegre y tierna canción,
Mi querido hijo cansón.
Sonrisas van y vuelven,
Y Embrujadas en la noche permanecen,
Las escucho vibrar aun cuando amanece,
Es la presencia de mi hijo, sin duda me estremece.
Aunque, en realidad me estremece,
sentir su vacío en las noches oscuras,
de locos y diabluras,
me da miedo perderme
y perder la compostura,
olvidarte para siempre,
con demencia o alzhéimer,
que te borre de mi mente,
dios me libre de perderte
en recuerdos vagos e intermitentes,
no tendré más vida, sí estas ausente.
Por eso me embriago con tu risa
Ahora que puedo tenerte
Mañana crecerás,
Luego, te casaras y tu familia formaras
Es el ciclo de la vida, de los hijos y los padres…
El ayer, el mañana, ahora tú el presente,
Sonriendo con tu padre loco y talvez un poco demente
Que no ha hecho otra cosa, que quererte
ayer y hoy. Y Mañana, amarte por siempre.