Danny McGee

I KNOW YOU LOVE ME TO TALK THIS WAY. 

I KNOW YOU LOVE ME TO TALK THIS WAY. 

A mí también me hubiera gustado llegar a tu jardín, a la osada fantasía de enterrarme en tu cintura, ser un sabio multiamante de tu fuego sobre el aire. 

Cállame. Déjame escucharte. Ve por mi sendero y sedúceme en los ojos, y nuevamente acude al silencio de mis labios. 

A veces creo verte recostada bajo tierra, colgada de la noche como luna de los lunes. Y siento que te abrazo sin que pasen los segundos. 

No son tumbas, es simplemente el llano que permite ver las flores, los celestes, los verdores, unas tantas magias nuevas por escrito, sobre el marco. 

Mi niña. Yo no tengo los diamantes, no tengo los anillos que no buscan compromisos. 

Cálmame. 

¿Vas a ir nuevamente a ver por la ventana? 

Me amas. Lo sé desde que vi soltar la seda de tus frágiles cabellos, lo supe al haber visto la línea de tu cuello tan tibio, tan selecto que es incluso más que un sueño. 

Lo sé desde que vi. Y yo sé que te encanta que te hable así. 

Y no siempre nos encuentran los vagos de la calle. A veces son promesas que se cuentan los amantes, ésas que te cuestan lo que en realidad no valen. 
No siempre nos encuentran los sabios de la calle.