Viktor Oliva
En mi triste
sobriedad,
quisiera
acariciar tu alma,
Amarte.
Desde tus bellos ojos
pude ver
tanta dulzura y amor
dentro ti.
Debería
fugarme,
liberarte de mi,
y resignar
esta locura de amor.
Mi loco corazón
aún en mi carencia de vos
aguarda.
tu peregrina huella