Del ancho cielo azul
en días de tormenta
la lluvia mojaba nuestra piel
por las pistas forestales
en tardes de domingo,
la risa rociaba el camino de alegría
El espíritu sereno del viento
refrescaba el calor intenso
junto al canto de la chicharra
y el dulce revoloteo de las mariposas
fortaleciendo la magia del encuentro,
a paso largo o a paso lento por contemplar.
Caminando junto a los pinos jaras y gayubas
conversábamos inocentes nuestras penas y alegrías
cruzando puentes y ríos
cogiendo fresas y cangrejos
saboreando su frescura y gritando al picar,
tejiendo lazos duraderos de amistad.
Dejamos una estela de ilusiones
y de sueños por cumplir
muchos ya hechos realidad,
una espiral de sana amistad
que al cabo de muchos años y ya con canas
perdura y perdurará.
25/03/2023