Cruzaré valles y mares
para recobrar tu amor,
me arrancaste el corazón
y sin vida me dejaste;
cómo podré yo olvidarte
después de lo que pasó,
si trascendimos el dos,
¿acaso, ya lo olvidaste?
te perdiste en lontananza,
te marchaste muy feliz;
aunque te necesitaba
te alejaste de mí:
dulce presencia que salva,
para dejarte morir...