Avalancha de mis besos, piel canela.
De mis besos dados que ahora son tuyos.
Mi corazón quedó varado en Venezuela,
pero en mis labios quedó aquel sabor suyo.
Desciendo por sus curvas peligrosas,
me encuentro un pecho frio y desolado.
Asciendo entre su tersura fervorosa
hasta encontrar sus labios rojos con candado.
Beso tu cuello y tu cuello me atrapa.
Me condena a cadena perpetua a mi voluntad.
En un solo beso mi vida se escapa;
se escapa a tu cuello, mi debilidad.
Hago una pausa al llegar a la esmeralda.
Esmeralda, zirconia o a veces zafiro.
¡Qué erótico dije en tus aguas saladas!
Salado sabor con mis labios aspiro.
Frenético, ardiente, desenfrenado mi beso,
que provoca contracciones en tu cuerpo.
Ni el conde se aferró tanto a no soltar.
Tu cuello es mi inicio y también mi final.
La textura de mis besos…tu vida.
Mi vida…el sabor de tu piel.
Mis besos la magia, la magia es que sientas.
Te mueres cien veces, renaces trecientas.
Me pierdo en un laberinto con mil salidas.
Acorto distancias entre lontananzas.
Cauterizan mis labios diez mil heridas
y victima soy de mis destemplanzas.
Tu cuello se vuelve mi cuello…
…por un momento.
Mis besos se vuelven tus besos…
…por siempre