De el color de tus magnéticos ojos
me haces la más feliz esclava
tu amor es ese clavo, que se clava
en mi cuerpo, poniéndolo de hinojos.
Si este amor tuyo es una cadena
quiero ser tu enamorada cautiva,
o si es una cruz de madera furtiva
llevaré en mis hombros dulce condena.
¡Déjame el peso de tu florido mundo
con deleite en mis brazos lo cargaría
sin quejarse mis labios ni un segundo!
¡Tu piel en mi carne, pues uno somos,
cual Atlas enamorado, yo llevaría
con placer, tu Universo en mis lomos!