En el mar de la ilusión,
se bañó mi poesía,
extasiada de alegría,
en su exacta dimensión.
Limpio está mi corazón,
de inmundicia me libré,
cuando mi cuerpo bañé
en el mar de la ilusión.
Para calmar la ardentía,
del inclemente picor,
en agua pura de amor
se bañó mi poesía.
¡Oh musa! ¡Cuánta armonía!
¡Tanta verdad consagrada!
Avecilla alborotada
extasiada de alegría.
Carga de paz, redención.
Pajarillo testarudo.
Metí mi cuerpo desnudo en el mar de la ilusión.