Los años me caen del cielo
como besos del rocío,
como pétalos de rosa,
como lluvia en un cultivo,
cada día que la vida
tiene a su bien regalarme
es el maná de los dioses,
la esperanza en el mañana,
la realidad de los sueños
que por la noche me asaltan,
el perfume de la brisa
que los vientos me regalan,
los recuerdos que en la noche
abren de nuevo sus alas,
cada día es la frontera
entre el hoy y entre el mañana,
entre un pasado imperfecto
y un futuro que me llama
a ser cada vez más fuerte,
más feliz y más humano,
a luchar por la justicia
a velar por mis hermanos
que nacieron en un mundo
al que hundimos y explotamos,
a agradecer lo que tengo,
lo que la vida me ha dado;
una esposa que me ama
unas hijas y unos nietos
que van abriendo camino
hacia un mañana más nuestro
a un proyecto de futuro
por el que lucho a diario,
los años me caen del cielo
y yo salgo a disfrutarlos
cantando bajo la luvia,
agradeciendo y gozando
esas aguas redentoras
que limpian mi alma y mi cuerpo,
los años me caen del cielo
y yo disfruto sus besos
como frutos generosos
en los oasis del tiempo.