Lobos marinos hambrientos,
buscan sardinas
cual hojas metálicas
giran en la red de pesca.
Sobre la arena,
el abuelo, hijo y nieto,
manos de sal,
remiendan las redes.
A veces bajo el sol,
A veces bajo, la lluvia,
El canto de las olas
y gaviotas se enreda
con el viento sur.
El abuelo,
repasa cada nudo
de las redes,
como repasa las hojas
de sus lecturas,
que nutren su experiencia.
Aprendiste,
que la experiencia,
una red de pescador.
En silencio,
cada hoja que lees,
es un eslabón de tu mirada,
anuda la red de conocimiento,
un pedazo de mundo,
salta dentro de la red,
que, a veces, remiendas,
apretando con reflexión
cada nudo, hecho
con lazos de amor.