Me obligo a mí misma a no echarte de menos,
Me obligo a dejar de imaginar qué dirías,
A que deje de importarme buscarte,
O buscar un porqué.
Me obligo a normalizarte ahora,
Que nunca es igual que antes.
Que nunca lo va a ser.
Me obligo a olvidarte y no escribirte.
A no llorar si me preguntan por tí.
Me convenzo a no tener miedo,
A pensar que mi corazón sigue abierto,
Pero no es así.
Me obligo a no pensar si había otra manera,
A no pensar que vas a volver.
A creer que ya está superado,
Y que tus recuerdos no van a doler.
Normalizo verte sin ser nada,
Y a veces pienso que hubiera sido mejor no empezar.
Normalizo de puertas para afuera,
Que todo está bien, que ya me da igual,
Sin decir a nadie, que por la noche me da por llorar.
A veces imagino que te cuento cómo me va,
Pero nunca llego a escribirte,
Porque pienso que en verdad ya te da igual,
Que si te cuento mi vida no te importa,
O que sólo te voy a molestar.
Quizás ahora estés hablando con alguien,
Quizás le estás contando tu día,
O enseñandola las canciones que te gustan.
Quizás coincidas con ella más que conmigo,
O quizás ella sea más guapa,
Y puede que te haga sentir mejor que yo.
No me arriesgo a preguntarte.
Ahora es tarde y me voy a ir a dormir.
Y como no puedo hablarte,
Y aunque no vayas a enterarte,
Te escribo buenas noches por aquí,
Y aunque no vas a responderme,
Si lo hicieras, seguro que pondrías nanitt.