Miguel Ángel Miguélez

En todas partes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En todas partes arde tu mirada

como una llama misteriosa y pura

que nace de una luz tenaz y oscura,

y vibra con espíritu inflamada.

 

Arrebata y consume su celada

de impía devoción a mi natura.

Una incipiente epifanía, albura

de la noche del alma enamorada.

 

Cuando se siente, todo el cuerpo cede

como cede ante el viento una veleta

o la mies que, al solano, son rastrojos.

 

Hasta el tiempo, que nunca retrocede,

se detiene, se anula o se completa.

Así son los milagros de tus ojos.