Sello mis labios
para evitar decir palabras
que suelen herir o molestar,
para no faltar a la verdad
con comentarios inciertos.
Sello mis labios
cuando la sin razón
quiere discrepar
y frente a la reticencia
que se empodera con malicia.
Sello mis labios
al atesorar un secreto develado
y para no manifestar a quien no debo
mi sentir más profundo.
Los sellos con un cierre mágico
...el silencio es mi salvedad.