Todo tu cuerpo es mi pasaje al paraíso, mi destino hacia una vida llena de deseo, un paso hacia la esfera que desnudo nos ecuentra, conectados, anclados, abiertos a la dicha de la azul profundidad.
Eres tu la marinera y yo soy tu capitán, y al cielo vamos por el mar, y al cielo vamos por el mar.
Otro día más. Tengo un día nuevo para pronto navegar o nadar por tu cintura de aguas desveladas, inquietas, no inquitantes, sino llevas de vida en la azul profundidad.
Eres tu la marinera y yo soy tu capitán, y al cielo vamos por el mar, y al cielo vamos por el mar.