Bolívar Delgado Arce

EL FARO DE ARTEMISA

Hera una hora negra

había tumulto entre las nubes

oscuras

y furor de sal entre las olas

y espumas,

pero vi un blanco y prodigioso faro

de brillante luz.

Capitán asediado por mil golpes

contra proa y popa

empujado furiosamente por babor

y estribor

pude llevar la barca maltrecha

al coralino acantilado

por refugio,

al pie del faro en forma de mujer

de blanco vestido hasta

las rocas.

Me sorprendió la intensa luz

que hendía la negrura del mar

saliendo de sus ojos

salvadores

y que yo había visto antes,

me eran conocidos, y amados…

¡Los ojos de Artemisa!

 

            Bolívar Delgado Arce