Lenta el Alba que se inclina en Sólido Derroche
Hacia los Brazos de Amor del mítico Proteo....
Lerdos el Azar y el Destino que depura
Los Cantos de los Juglares que jamás Callan...
Late el Latido de Encaje en espumas Blancas
En Vendavales de Tormentas y Lluvias en dulce Calma...
Ya se Ocultará el Astro que centellea Antiguo
En el Ulular de Vientos Desconocidos...
Lerdos los Tiempos y el Olvido...
Late nuevamente el Latido en Sueños Esquivos,
En los Pedregales del Umbral de las Pesadillas...
Arduo el Confín de tu Jornada, embestido de Barro
Y Tercos Lodos, que Canturrean Lejanos
Tu Vida, tus Ayeres y los límites Difusos
De lo que Vendrá, sabiendo sin Pena ni Gloria,
Que el Futuro y lo que imaginás, no Existe...
(Patricia)