Quiero en estos versos, caprichosa mora,
ensalzar la luz de tu mirada en flor,
porque con tus ojos que son astros diáfanos
se llena mi psique de luz y de sol.
Y porque en tus ojos solo hay armonía,
y beldad y gracia y celestial candor,
por misericordia o por gentil nobleza,
que me alumbren siempre y ¡me los guarde Dios!