Tus ojos miran
y buscan, en silencio,
lo que no encuentran.
Hay un vacío
que va de tus pupilas
al horizonte.
Tierra quemada,
que dicen los estúpidos
y progresistas.
Porque es el alma
quien sufre este silencio,
en soledad.
Búsqueda larga,
a veces imposible
de un sin vivir.
Y es que tus labios
susurran mil palabras
incomprensibles.
Llaman y gritan
en medio de la noche
buscando amor.
Quieren palabras,
caricias y canciones
de compañía.
No quieren sueños
que sean pesadillas
sino utopías.
Precisan besos
y sueños de cristal
con tu sonrisa.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/03/23