Cómo sabré lo que piensas,
si tu cara y roca no hay diferencia,
si cuando te miro me das la vuelta,
porque mirarte no me atrevo,
pues es que por ti moriría.
Y cómo fundo mi corazón con el tuyo,
si agua y roca no combinan,
si mi agua cálida se encuentra,
tus rocas gélidas me atraviesan,
helando mis intenciones,
helada está mi ternura.
Aunque no sé por qué me tortura,
si jamás entenderás lo sentido,
pues nacimos con destino sellado,
nacimos muertos desde el inicio.
Y así sé que fluirán mis ríos,
bajo tu puente de hastío.