El amor que te inspira poesía,
la pasión que desata sacro fuego;
son la flama de hermoso verso griego
que pesar lo convierten en placía.
Si los llantos arrasan tu alegría
y la pena y dolor te dejan ciego;
al seguir de ilusión su dulce juego
la esperanza será tu compañía.
De hidalguía procura ser vestido
y desecha la sombra de temores;
y portando la espada de aguerrido
marcharán de tu vida los dolores;
porque el hombre que va de fe investido
su existencia la llena de fulgores.
Autor: Aníbal Rodríguez.