Y si abordara esa barca que en el puerto me espera
¿qué sería de mi vida sin este cálido abrigo de libertad?
El viento sopla en mi mente,
las aguas de agitan; había llegado el momento;
no voy, no voy, un susurro se ahogaba en mi pecho,
entonces la barca refleja tu cuerpo,
sonrió, corro, voy a tu encuentro.