Diego Nicolás García Contreras

Diluido

Te invito a ver el bosque a través del que miró la luz por la ventana dejando reflejo al lado de los ojos, destello que encendió: rumor de inspección, amor por el brillo,

Incendio acuoso en sus esferas frías,

gatos mirando fijamente mi cuarto, o tal vez plásticos reflejando canciones de óxido...del próximo flotador que salvará al náufrago de su kármico languidecer en un océano, circundado de pajaros hematófogos...

Que caiga como lenguas con sabor a mariscos, aventuras de ajiaco, sobre la roca como guano...que caiga a mordiscos aciagos...cómo la cola del perro sobre el polvo o tambor enmarañado por hilos minúsculos de diminutos arácnidos...

La furia sé, la furia roja del sol enmohecido...y rebote en mi blanco...muslo de sal...

Para que olvide la mar...

Y corazones rotos...

Que no serán cosidos...

Ni por híbridos vientos llenos de hielo...

Ni por implementos mixtos...

Pasen a verlos...

Sé que existen, 

Cómo existo yo...

Ecos de egos...

Cómo dinosaurios, presos del tiempo y del morbo...